Señores la preparación del día de hoy es muy emocionante, porque a pesar de ser sencilla, como notaran en unos minutos, es la alternativa perfecta para todos aquellos que aman la repostería, pero pensaban que no podían incursionar en ella por no tener acceso a un horno, incluso tengo muchos amigos que se han cohibido de intentarlo, pero el BIZCOCHO es la base para muchísimas preparaciones y dominando esta receta, abres todo un abanico de oportunidades para saciar esas ricas adicciones al dulce
¡Atrévete! ¡Aquí la receta!
INGREDIENTES
- 8 huevos a temperatura ambiente, preferiblemente tamaño L
- 200 gr. de harina de trigo
- 200 gr. de azúcar blanca
- 40 ml. de aceite de cocina
- 50 ml. de leche entera de vaca
- 3 cucharaditas de extracto de vainilla
- 1 cucharadita de polvo de hornear
PREPARACIÓN
- Comenzamos separando las ocho claras de huevo de las ocho yemas. Las ocho claras debes batirlas, puedes hacerlo a máquina o con un batidor de mano o globo. Tus ocho yemas resérvalas para luego
- Pasados unos minutos (cuando veas que tus claras ya toman forma) comienza a agregar el azúcar. Para esta preparación se agregará en 3 partes; agrega cada parte en espacios de un minuto y luego, deja que la batidora haga su magia hasta obtener el deseado punto de nieve (Asegúrate de darle tiempo, pues estas claras son las que le darán altura al bizcocho)
- Obtenido el punto de nieve, el cual se obtiene en máquina en unos 6 minutos, integra las yemas a las claras con un batidor. Hazlo con suavidad para que las claras no pierdan volumen
Ahora agrega los ingredientes secos
- Agrega la harina y el polvo de hornear, cernidas ambas con un colador o un aparato de tamizado. Agrégala en dos partes para que el movimiento envolvente surta efecto y no cause peso extra sobre el aire que creamos en las claras.
Por último agrega tus ingredientes líquidos y de sabor para el bizcocho
- En un bowl pequeño, coloca el aceite, la leche y el extracto de vainilla (aquí puedes jugar con los sabores que más te gustan, puedes cambiar la leche por leche claveteada, o especias, quizás canela, cardamomo, ralladura de coco o cualquier otra esencia o jugo que te guste). Lo revuelves y agregas un poco de la mezcla al bowl.
- Una vez integrado agrégalo al bowl principal y mezcla un poco, asegurándote que no existan aún grumos por la harina
- Toma una olla de 24×15 cm y engrásala con un poco con aceite; luego, coloca papel encerado en el fondo y las orillas, ya que la mezcla irá a la estufa y debemos asegurarnos de que el calor directo no nos juegue en contra y perdamos la forma de nuestra preparación
- Enciende la estufa y colócala a fuego lento; sobre ella colocarás tu olla. (datos importantes: si puedes elegir una olla de teflón, mucho mejor, porque debemos asegurarnos que la olla sea gruesa y resistente. Otra cosa importante es que la olla llevara una tapa y debes cubrirla con una servilleta de cocina totalmente limpia para hacer “efecto horno” sobre nuestro bizcocho. Puedes usar también sarténes, pero asegúrate que sean fuertes)
- En unos 30 o 40 minutos, retira la tapa y verifica si el bizcocho está cocido, introduciendo un palillo o un cuchillo. Sabrás que está listo cuando éste último salga totalmente limpio.
- Una vez listo, apaga el fuego y déjalo reposar unos 3 minutos.
- Retira la tapa y coloca en su lugar una bandeja. Ahora volca tu preparación sobre dicha bandeja para desmoldar
¿Quizás viste el bizcocho e inmediatamente pensaste en una torta tres leches? ¡También la tenemos!
Ya tienes tu bizcocho ¡sin horno! y aparte EXTRA GRANDE para que lo disfrutes por largo rato.
Como te comenté antes, el bizcocho no solo es delicioso sino también es la base de muchos postres y combinaciones; prácticamente con todo queda bien: con siropes, betunes, natas, azúcar para palpar o glass, chocolate, frutas, incluso es la base para postres de catering y tortas tres leches… ¡LO QUE QUIERAS! Si no se te ocurre nada, aquí te dejo algunas ideas
