Cómo hacer una BECHAMEL, FÁCIL y RÁPIDA

Es interesante cuando dentro del análisis de lo “fácil y rápido” se puede incluir un clásico de la cocina francesa. Cualquier estudiante de cocina ha escuchado sobre las salsas madres y la bechamel no solo es una de ellas, también es quizás la más sublime y reconfortante de todas.

La cantidad de salsas madres ha variado con el tiempo, pero entre ellas se incluyen la internacionalmente conocida mayonesa, la gustosa y versátil pomodoro o de tomate, la discreta velouté, la robusta española y la delicada holandesa.

bechamel
Seamos felices aprendiendo cómo hacer una bechamel y luego delira con todas las preparaciones para las que estarás listo

Todas estas salsas tienen algo en común: son la base para todo aquello que consideres suntuoso y delicioso en el mundo “salado”. ¿Una prueba? ¿De verdad podrías vivir en un mundo sin pizzas, aderezos, pastas o sin huevos benedictinos, por ejemplo? Por favor dime que no. Quizás no todos amen las preparaciones como yo, pero todos deberían tener un momento de confort y comprensión; la cocina no hace más que eso, transmitir felicidad y aquí estamos deseosos de evocar ese mismo espíritu.

¡Aquí la receta!

INGREDIENTES

  • 50 gramos de mantequilla
  • 50 gramos de harina de trigo
  • 600 mililitros de leche a temperatura ambiente
  • Sal, pimienta y nuez moscada al gusto

PREPARACIÓN

  1. Coloca la mantequilla en una olla y con un batidor de mano o varilla mezcla hasta que se diluya

NOTA IMPORTANTE: Prepárate para mezclar constantemente. Así aseguraras tu resultado

  • Agrega la harina y continúa mezclando a fuego medio. Integra completamente y asegúrate de hacerlo por varios minutos y obtener una mezcla de color amarillento. (hasta aquí ya hiciste una roux, una preparación básica para los cocineros, creo que vamos bien)
  • Agrega la leche a temperatura ambiente y continúa integrando tus ingredientes para que sea una mezcla homogénea.
  • ¿Sientes que ya está espesando? Agrega sal, pimienta y nuez moscada al gusto. Ahora sigue revolviendo hasta que tome consistencia.

Algunos tips para tu bechamel:

Existen variantes para infusionar sabor y aroma, entre ellas, la inclusión de una cebolla claveteada. Tan como su nombre lo dice, para obtener una solo debes tomar una cebolla y cortarla por la mitad; en una de las mitades, coloca entre 4 y 5 clavos de olor. Listo. Ahora solo debes colocarla cuando estés en el paso 3. Cuando veas que tu preparación ya está espesando, simplemente retírala.

Otro factor que empodera la salsa es el azafrán. En algunas preparaciones lo agregan junto con la sal, la pimienta y la nuez moscada y permiten que este se integre completamente.

Como ya mencionamos antes, la salsa bechamel es una base, por lo que, una vez lista, puedes incluir todos los sabores que te apetezcan; yo inmediatamente pensé en montar una lasaña e incluir tocineta o quizás maíz, o ambos. ¿y tú?

¿y si hacemos una pasta alfredo?

Solo recuerda que la preparación requiere que la mezcles por unos 20 minutos y claro, recuerda NO DETENERTE, pues eso evitara que se formen grumos. También asegúrate de que la leche este a temperatura ambiente.

¿Quieres que incluyamos dentro de nuestras recetas las demás salsas madres? O mejor aún, ¿qué incluyamos recetas donde son las protagonistas? Háznoslo saber, ¡queremos apoyarte!

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