Estas en una de esas semanas llenas de trabajo o cosas por resolver y de repente recuerdas que tu visita está por llegar y va a ser notable que lo olvidaste; NO TE APURES, te daremos una receta de budín que borrará era afirmación.
Eso sí, para realizarla necesitas una aliada, una olla de presión. Si la tienes o si la puedes conseguir, simplemente ubica esos sencillos ingredientes en tu nevera y COMENCEMOS:
Ingredientes
- Pan (media bolsa de pan de molde o del pan que poseas en casa; si es dulce mucho mejor)
- Leche
- 6 huevos
- 500 gramos de azúcar
- Extracto de vainilla
- Ralladura de un limón
Preparación
Primero realicemos un caramelo con una técnica llamada “seco” ¿cómo? Muy sencillo: coloca en una olla 250 gramos de azúcar y dejamos que este se caramelice a fuego medio.
Tomará un color dorado, así sabrás que está listo.
Toma una budinera o quesillera y cubre la superficie interior con el caramelo que hiciste anteriormente. Una vez cubierto, resérvalo
Nota: ¡ten cuidado al tratar con el caramelo! Puede quemar tus manos si no procedes con cautela.
Toma el pan y retira la corteza (si no te molesta, puedes conservarla y asi aprovechar todo el pan); luego, córtalo en pequeños trozos y agrégalos a un bowl. Sobre él colocaremos suficiente leche como para remojarlos y los reservaremos
En un bowl coloca los huevos, el azúcar restante, la esencia de vainilla y la ralladura de limón; mezcla bien los ingredientes.
Une las preparaciones que tienes en ambos tazones y los mezclas hasta integrarlos perfectamente.
Una vez listo, viértelo en la quesillera que tenías reservada.
Cómo utilizar la olla de presión
Toma la quesillera o budinera y cúbrela bien con papel aluminio.
Agrega agua en la olla de presión hasta alcanzar la mitad de la olla; luego ubica la quesillera dentro de la olla
Cierra la tapa y déjalo a fuego alto hasta que comience a liberar presión; luego de eso, contamos 10 minutos y apagamos; la olla soltará toda la presión por si sola y completará la cocción.
Abre la olla y deja que alcance la temperatura ambiente; mientras se da la visita puedes decirle que el budín saldrá dentro de poco del congelador. Cuenta 2 horas, para darle la oportunidad al pudín de mejorar su textura y consistencia.
Gracias al frío desmoldar el budín será muy fácil; este es el momento de volcarlo sobre un plato y listo, ¡degusta tu sencillo budín de pan!
