El caramelo líquido es el ingrediente especial que convierte un simple quesillo en una delicia culinaria excepcional. Su suavidad y sabor sutil no solo elevan el postre, sino que también contribuyen a una presentación atractiva.
Te mostramos cómo preparar caramelo para quesillo venezolano de forma fácil y eficiente.
8 comensales
30m
Dificultad baja
Otras características:
Coste bajo
Ingredientes:
Instrucciones para hacer Caramelo para quesillo:
1
Coloca el azúcar y ½ taza de agua en una cacerola, asegurándote de que el agua cubra completamente el azúcar. Lleva la mezcla a fuego medio. Evita revolver el azúcar mientras se calienta; en su lugar, mueve suavemente la cacerola para facilitar que se disuelva uniformemente.
Consejo: resta ½ taza de la cantidad total de agua de la receta.
2
Mientras tanto, calienta el agua restante en el microondas o en otra estufa hasta que hierva. Cuando el caramelo líquido esté dorado, retíralo del fuego y añade esa agua.
3
Mezcla la preparación inmediatamente con una cuchara de madera o una espátula de silicona. Ten mucho cuidado al agregar el agua de golpe, ya que puede salpicar y causar quemaduras; se recomienda usar guantes de cocina.
Consejo: en este paso usa una cuchara, aunque también puedes mezclar directamente moviendo la cacerola.
4
Una vez que se haya enfriado, almacénalo en un recipiente y refrigéralo. Ten en cuenta que al enfriarse, el caramelo se espesarán sin perder su textura líquida.
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Consejos para un caramelo líquido perfecto para quesillo
Siempre recibimos solicitudes de nuestros seguidores para obtener recomendaciones sobre cómo lograr un caramelo ideal para quesillo. Por ello, aquí presentamos algunos consejos clave para esta preparación:
- Utiliza una cacerola de fondo grueso. Esto ayuda a distribuir el calor de manera uniforme y evita que el caramelo se queme en la base.
- No revuelvas el azúcar. Evita moverlo con una cuchara mientras se calienta, pues esto puede provocar su cristalización. En su lugar, mueve la cacerola suavemente para facilitar la disolución.
- Controla la temperatura. Cocina a fuego medio para prevenir que el caramelo se queme.
- Observa el color del caramelo. Debe adquirir un tono dorado o ámbar, evitando que se torne marrón oscuro, lo cual indica que se ha quemado. Un caramelo quemado tiene un sabor amargo y no es adecuado para ninguna receta.
- Agrega ácido. Para evitar que el caramelo cristalice, puedes añadir una cucharadita de jugo de limón o vinagre al comenzar a hervir el azúcar. Esto ayuda a mantener la suavidad del caramelo.
- Mezcla suavemente. Tras añadir el agua caliente, utiliza una cuchara de madera o una espátula de silicona para mezclar suavemente hasta obtener una mezcla homogénea.
- Deja enfriar antes de almacenar. Vierte el caramelo en un recipiente hermético, preferiblemente de vidrio, y permite que se enfríe a temperatura ambiente antes de cerrarlo. Esto ayudará a prevenir la formación de condensación en el interior.
- Conservación. Una vez frío, puedes guardar el caramelo en el refrigerador, donde puede durar hasta 15 días.
- Cuela si es necesario. Si observas cristales o impurezas en el caramelo, es recomendable colarlo antes de almacenarlo para obtener una textura más uniforme.
- Experimenta con sabores. Si deseas añadir un toque especial, prueba agregando extractos de vainilla o almendra al caramelo líquido una vez que esté listo y mezclado.
Valor nutricional
(por porción)
- Calorías: 96,8 kcal
- Proteínas: g
- Grasas: g
- Carbohidratos: 25 g
- Fibra: g
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