En el ámbito de la repostería, obtener resultados excepcionales al elaborar cualquier receta requiere de ciertos elementos fundamentales: el uso adecuado de las técnicas, ingredientes de calidad, precisión, dedicación y, sobre todo, atención a los detalles. Por ello, en la tarea específica de lograr que el bizcocho quede uniforme, hay ciertos consejos básicos que te ayudarán a conseguir un bizcocho perfecto. No te preocupes, son recomendaciones sencillas de seguir, y algunas de ellas probablemente ya las conozcas.
Así que, si tienes dificultades para obtener el bizcocho ideal para tus pasteles, te invitamos a leer este artículo de RecetasGratis, donde seguramente resolverás muchas de las dudas que puedas tener. Sin más preámbulos, te animamos a aplicar estos trucos para saber cómo hacer que el bizcocho quede plano.
Índice
- Evita comprar ingredientes de mala calidad o inadecuados
- Usa la cantidad exacta de ingredientes
- Bate la preparación adecuadamente
- Incorpora los agentes leudantes en el momento correcto
- Evita los cambios de temperatura bruscos
- Hornea a la temperatura adecuada
- Cumple el tiempo preciso de horneado
- Emplea un molde adecuado
- Corta la parte superior del bizcocho
- Dale la vuelta al bizcocho
Evita comprar ingredientes de mala calidad o inadecuados
Es fundamental adquirir ingredientes frescos y en buenas condiciones para cualquier receta, especialmente si buscas aprender a hacer que el bizcocho quede parejo, es decir, lo más plano posible. Ten en cuenta que sustituir un ingrediente inadecuadamente puede alterar la preparación, resultando en un bizcocho hundido en el centro o con bordes más bajos. Por eso, aquí te dejamos algunos consejos:
- Prefiere huevos talla M. Usualmente, en las recetas estándar no se utilizan huevos pequeños (S) ni muy grandes (L). Cada huevo de tipo M equivale a 50 g.
- No uses harina caducada o mal almacenada. Nunca guardes este ingrediente en la nevera o en un lugar húmedo, ya que se deteriora anticipadamente. Utilizar harina en mal estado podría resultar en un bizcocho apelmazado y con un sabor desagradable. Además, no uses harina caducada, ya que pierde sus propiedades esenciales.
- Emplea harina baja en gluten. Las mejores para recetas de bizcocho contienen entre 4-8 % de gluten (preferiblemente siempre por debajo de 8 %). Ejemplos de estas harinas son la harina de todo uso y la harina leudante (también conocida como harina para repostería).
- Usa polvo de hornear, no levadura de panadería. Aunque el polvo de hornear y la levadura se confunden, son muy diferentes. El polvo de hornear incorpora aire a la mezcla, mientras que la levadura fermenta. Ambas proporcionan esponjosidad, pero lo hacen de forma distinta y se activan en diferentes condiciones. Importante aclarar que en algunos países el polvo de hornear se llama «levadura química», pero se especifica que es para repostería y se diferencia de la levadura de panadería.
- No uses polvo de hornear caducado. Pasado su tiempo de caducidad, este producto pierde su efectividad, lo que puede resultar en un bizcocho que no se eleva.
- Evita grasas muy pesadas o mantequilla de baja calidad. La mantequilla de calidad inferior contiene demasiados líquidos, alterando las proporciones de la mezcla. Las grasas pesadas pueden hundir el bizcocho, resultando en un producto final irregular.
Usa la cantidad exacta de ingredientes
Las recetas de repostería son como fórmulas químicas: ¡la precisión cuenta mucho! Un ingrediente de más o de menos cambia todo: la textura, el sabor, el tamaño, el color, etc. Si deseas que el bizcocho quede plano y no lo logras, puede ser por una cantidad incorrecta de alguno de los ingredientes.
Lo ideal es pesar los ingredientes, y si no cuentas con una báscula, utiliza tazas y cucharas medidoras (evita utensilios convencionales, ya que son inexactos; si optas por ellos, procura que sean los mismos). También toma en cuenta las equivalencias correspondientes al realizar sustituciones. A continuación, te dejamos lo que puede suceder si las medidas son inexactas:
- Exceso de grasa. Aunque lo mejor sería no usarla, ya que una menor cantidad logra una textura más esponjosa, hay recetas que la requieren. En estos casos, un exceso de grasa puede hacer que la masa pese más, dificultando su elevación. Solución: añade un poco más de levadura o utiliza una grasa más ligera, como aceite de girasol.
- Demasiada levadura o poca. Demasiada levadura provoca un exceso de elevación, rebosando del molde y generando desperdicio. Si usas poca levadura, el bizcocho no subirá, a menos que las claras se hayan batido a punto de nieve y se haya batido la harina poco después. Si empleas poca levadura y mucha harina, el bizcocho no crecerá y quedará apelmazado.
- Exceso de harina. Demasiada harina (especialmente con poca levadura) puede causar que el bizcocho no suba y se apelmace, además de cocinarse más rápido y formar una costra gruesa en la superficie o quemarse.
- Exceso de ingredientes secos. La falta de grasa o líquidos en la mezcla resultará en un pastel muy seco y compacto.
- Poco azúcar. Un bizcocho con escaso azúcar no logrará el deseado color dorado ni crecerá adecuadamente. Es importante señalar que existen muchas alternativas para añadir dulzor en un bizcocho sin azúcar, como usar frutas naturales.
Bate la preparación adecuadamente
Este es el inicio de todo buen pastel, así que si quieres que el bizcocho quede parejo, debes batirlo correctamente. Aquí, el equilibrio es crucial: bate lo suficiente cuando sea necesario y poco cuando así lo requiera. Para ello, ten en cuenta los siguientes aspectos:
- Incorpora suficiente aire en la masa. Cuanto más aire haya, más esponjoso será el bizcocho (infalible). Los huevos y la mantequilla son clave para incorporar aire en las masas, además de la levadura. En el caso de los bizcochos, las claras de huevo deben batirse solas o con poco azúcar hasta alcanzar el punto de nieve. Para panqués, se utiliza mantequilla y azúcar durante el cremado. Para facilitar este proceso, usa un bol profundo, que ayuda a atrapar el aire, y preferiblemente varillas de globo, ya sean manuales o eléctricas. Comienza batiendo a baja velocidad y aumenta progresivamente.
- Evita batir en exceso una vez agregada la harina. El gluten se activa al batir. En la preparación de bizcochos, cuanto menos gluten se desarrolle, más esponjoso será el resultado. Así que, después de incorporar la harina, solo debes batir lo suficiente para eliminar grumos e integrarla bien, ¡sin excederte! Lo ideal es usar movimientos envolventes con una espátula de silicona o un batidor de globo manual.
- Integra bien los ingredientes. Bate hasta conseguir una masa homogénea y sin grumos. Por eso, añade los ingredientes secos poco a poco, tamizándolos y distribuyéndolos de manera uniforme, asegurando que el polvo de hornear esté bien repartido para que el bizcocho suba parejo durante la cocción.
Incorpora los agentes leudantes en el momento correcto
Los agentes leudantes (como el polvo de hornear, levadura química o bicarbonato) son los responsables de proporcionar altura y esponjosidad al bizcocho. Si bien batir bien los huevos y batir poco la harina puede ofrecer resultados similares sin estos ingredientes, usar levadura puede ser muy útil si se emplea correctamente. Aquí te indicamos cómo hacerlo:
- Si usas bicarbonato, agrégalo al final. Recuerda que este agente se activa al entrar en contacto con los ingredientes ácidos y los huevos. Asegúrate de distribuirlo uniformemente en la mezcla y disolverlo bien.
- Si empleas polvo de hornear, agrégalo junto con los ingredientes secos. Aunque hay polvos de hornear de doble acción (activados al contacto con la mezcla y luego al calor), la mayoría se activa solamente durante el horneado (de acción simple).
Evita los cambios de temperatura bruscos
Para lograr un bizcocho parejo y plano, es crucial evitar cambios importantes de temperatura en las distintas fases del proceso: preparación, horneado y enfriamiento. Aquí hay algunos puntos clave que influyen en el resultado final:
- Usa ingredientes a temperatura ambiente. Incorporar ingredientes fríos puede dificultar su mezcla y la activación de la levadura durante el horneado. Es especialmente importante sacar los huevos 30 minutos antes de comenzar.
- Precalienta el horno. Esto asegura una cocción uniforme y permite que el pastel esponje correctamente. Déjalo calentar al menos entre 10 y 15 minutos antes de hornear. Si el bizcocho queda crudo por dentro, consulta más detalles en este artículo: «Por qué me queda el bizcocho crudo por dentro».
- Evita abrir el horno antes de tiempo. La reacción química del polvo de hornear comienza al entrar en contacto con el calor, por lo que no debes interrumpir esta acción. No abras el horno durante los primeros 30 a 35 minutos de cocción.
- No modifiques la temperatura durante el horneado. A menos que la receta lo indique, no cambies arbitrariamente la temperatura, ya que puede afectar la acción de la levadura.
- Evita exponer el bizcocho a corrientes de aire tras sacarlo del horno. Un cambio brusco puede provocar que se hunda o pierda altura. Colócalo a enfriar lejos de ventanas, puertas o lugares con corrientes de aire.
Consejo: jamás dejes el bizcocho enfriando dentro del horno caliente, ya que continuará cocinándose. Entreabre la puerta un poco para permitir que el calor salga gradualmente y disminuir el cambio de temperatura.
Hornea a la temperatura adecuada
Una regla esencial para cualquier amante de la repostería es: conoce tu horno como a ti mismo. Esto es importante porque cada horno es diferente y funciona de manera distinta. Para saber cómo ajustar la temperatura de la receta, puedes probar diferentes configuraciones o adquirir un termómetro especial para hornos, evitando así que tus bizcochos queden cocidos en exceso o en menos. A continuación, exploraremos qué sucede si cocinas a temperaturas inadecuadas:
Qué sucede si la temperatura es muy alta
- Se forman grietas. La levadura sube rápidamente, sin dar tiempo a que se desarrolle la miga.
- La corteza queda dura debido a la formación de costra. Este es el paso previo a que se queme.
Solución: utiliza una temperatura ligeramente más baja, pero sin exagerar; esto puede implicar dejar el bizcocho un poco más de tiempo.
Qué sucede si la temperatura es muy baja
- Se hunde la zona central. La levadura no se activa adecuadamente o tarda demasiado, resultando en un bizcocho mal cocido y hundido en el centro.
- Se reseca el bizcocho. Una temperatura muy baja extiende el tiempo de cocción, provocando la pérdida de humedad.
- Obtienes una miga densa y compacta. La levadura no se activa como debería, ocasionando que la masa no suba de forma adecuada.
- Se queda blanquecino y no se dora. Los primeros 20 minutos son cruciales para que el bizcocho adquiera un apetitoso color dorado. Si la temperatura es muy baja, esto no sucederá y podría notarse que algunas partes quedan crudas.
Al hornear a la temperatura correcta, es imprescindible no hornear múltiples preparaciones a la vez. Aunque la temperatura adecuada debería asegurar buenos resultados, hornear varios platos simultáneamente impide una distribución equitativa del calor, lo que puede resultar en un bizcocho cocido de manera desigual y que tarde más tiempo en cocerse.
Consejo: considera comprar un termómetro para horno para mayor precisión.
Cumple el tiempo preciso de horneado
Aunque sabemos que para un bizcocho perfecto no se puede cocinar en exceso ni en defecto, si no conoces bien cómo funciona la intensidad de tu horno, podrías olvidar que los tiempos varían. Esto podría llevar a los siguientes resultados:
- Si cocinas un bizcocho de más, este se desquebraja, se producen grietas, la costra se reseca y puede quemarse.
- Si cocinas poco tiempo un bizcocho, se hunde en el centro, no crece o queda crudo.
Ajusta el tiempo sugerido en la receta según las características de tu horno.
Emplea un molde adecuado
Aunque no lo parezca, utilizar un molde del tamaño correcto es crucial para preservar tu trabajo. ¿Por qué? Porque si el molde es demasiado pequeño, la masa puede desbordarse durante el horneado, afectando las proporciones y obteniendo un bizcocho irregular.
Recuerda dejar un margen de dos dedos sin rellenar en el molde. Si no tienes el molde adecuado, puedes forrar los laterales con papel de horno, dejándolo sobresalir unos centímetros hacia arriba. Verifica siempre las especificaciones de la receta sobre el molde necesario.
Además, verifica que el molde esté en óptimas condiciones, ya que esto también influye en el resultado final. Lávalo con una esponja suave y guárdalo con cuidado para que no se deteriore y pierda sus propiedades.
Sobre los materiales del molde, es preferible optar por aquellos de acero inoxidable, vidrio o silicona, aunque dependiendo de tu horno, algunos pueden no ser adecuados. Por ejemplo, si tu horno tiende a calentarse demasiado, puede que necesites usar solo moldes de vidrio, ya que los de acero inoxidable suelen calentarse más, lo que podría provocar que el bizcocho quede crudo por dentro o no se cocine adecuadamente. Let it cool for 10 minutes before removing it from the mold. Then, place it on a rack until it cools completely.
En este vídeo, te mostramos cómo preparar un bizcocho de plátano totalmente plano:
Corta la parte superior del bizcocho
Durante tu aprendizaje para conseguir un bizcocho plano y uniforme, es probable que prepares bizcochos con el centro más elevado o agrietado, es decir, que no cumplan con tus expectativas para decorar pasteles. En estos casos, existe un truco infalible y sencillo: corta la parte superior que no te gusta para dejarla plana. ¡Así de fácil! La parte cortada puede utilizarse para hacer tiramisú en vasos o cakepops, por ejemplo.
Te sugerimos enfriar el bizcocho en la nevera durante al menos una hora para que la miga esté más compacta y así evitar romperlo al cortarlo. Luego, utiliza un cuchillo para pan que suele ser bastante largo, lo que facilita un corte recto.
Dale la vuelta al bizcocho
Si no quieres perder tiempo cortando la parte superior o te resulta complicado lograr que quede completamente recto, hay otra opción aún más sencilla: darle la vuelta al bizcocho. Normalmente, la parte inferior suele quedar totalmente plana y con los bordes bien definidos, lo que resulta ideal para decorar y crear un bonito pastel de cumpleaños. Así que, simplemente dale la vuelta para obtener un bizcocho plano y uniforme, cúbrelo con la crema que prefieras y decóralo.
De nuevo, antes de decorar el bizcocho, aconsejamos dejarlo en la nevera de una a dos horas para evitar que se desmigue. Para la crema, no te pierdas estas recetas:
También puedes usar chocolate fundido.
Si deseas leer más artículos similares a Cómo hacer que el bizcocho quede plano, te recomendamos que ingreses a nuestra categoría de Trucos de cocina.
Recetas que no te puedes perder
Roberto
18/07/2021
Hola, muy completos todos tus tips. Yo vivo a 2700 metros de altura y me gustaría saber cómo influye la altura en las preparaciones en comparación con las recetas hechas a nivel del mar. Agradecería mucho esta información, ya que en general siguiendo al pie de la letra las recetas, nunca me quedan como supuestamente deberían. Muchas gracias.
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Eleonor Fischer
12/08/2021
¡Hola, Roberto!
Primero que nada, te agradezco mucho tu comentario y te pido disculpas por la tardanza en la respuesta. Respecto a tu pregunta, a partir de los 1000 metros de altura, es necesario realizar ciertos ajustes en las recetas de repostería para obtener buenos resultados. En tu caso, que estás a 2700, tendrías que hacer los siguientes cambios:
Ajusta las cantidades indicadas en la receta.
Polvo de hornear: por cada cucharadita, reduce ¾ de cucharadita.
Azúcar: por cada taza, disminuye 3 ½ cucharadas.
Líquido: por cada taza, aumenta 5 cucharadas.
Huevos: si la receta sólo incluye huevos líquidos, añade 1-2 yemas más por cada 453,592 gramos utilizados (puedes redondear a 554). Si primero mezclas las yemas y al final añades las claras a punto de nieve, debes reducir la cantidad de claras, eliminando 1 clara por cada 453,592 gramos que demande la receta. Ten presente que dependiendo del tamaño del huevo (S, L, XL), contienen diferentes cantidades de gramos.
Harina: utiliza harina con mayor contenido proteico, como harina multiuso o harina integral. Por cada 250 gramos de harina que pida la receta, agrega 1½ cucharada extra.
Además, ten en cuenta los siguientes consejos:
-Aumenta la Temperatura del Horno. A mayor altura, la presión del aire disminuye y el horneado se demora más. Necesitarás aumentar la temperatura en unos 15 ºC.
-Reduce el Tiempo de Horneado. Esto equilibra el aumento de temperatura. Calcula un 20% menos de tiempo.
-Engrasa y enharina bien los moldes o fórralos con papel pergamino, ya que los pasteles suelen pegarse a mayores altitudes.
-Evita llenar los moldes más de la mitad.
Espero que estos consejos te sean útiles y, si lo aplicas, ¡coméntanos los resultados!
¡Un gran saludo para ti!