Es muy posible que ya conozcas algunos de los consejos para preparar galletas perfectas que compartiré en este artículo de RecetasGratis; sin embargo, podrías encontrar algunos trucos que no conocías y que te facilitarán la vida. A pesar de que las recetas de galletas son bastante sencillas, existen detalles que, si no se ejecutan correctamente, pueden resultar en galletas deformadas o con una textura inadecuada.
Explora todos los secretos para hacer galletas perfectas y verás cómo todos querrán que les enseñes a hacerlas. Todo se reduce a la práctica; así que, cuantas más recetas de galletas prepares, mejor saldrán. Son habilidades fáciles de adquirir si disfrutas de hacer galletas, y eventualmente no necesitarás consultar estos trucos. ¡Pruébalos!
Índice
- Cómo hacer unas galletas perfectas
- Antes de comenzar la receta de las galletas perfectas
- Al preparar la masa para unas galletas perfectas
- Al formar las galletas perfectas
- Al hornear las galletas perfectas
- ¡A cocinar!
Cómo hacer unas galletas perfectas
Ya seas un/a amante de las galletas esponjosas o de las crujientes, los siguientes consejos generales te ayudarán en muchas situaciones. Recuerda que estos consejos son aplicables a cualquier tipo de galletas, ya sean simples, de mantequilla, de chocolate, o si llevan trocitos de ingredientes como frutos secos o semillas.
Estos consejos están organizados por fases, como si fueran un paso a paso de una receta. Así que primero te explicaré lo que debes hacer para obtener unas galletas perfectas antes de comenzar la receta, al preparar la masa, al formar las galletas y al hornearlas para su posterior conservación. Verás que con la práctica, estos consejos se convertirán en un hábito. ¡A cocinar!
Antes de empezar la receta de las galletas perfectas
Elige una receta adecuada
Si intentas una receta y no te sale bien la primera vez, puede que sea por falta de experiencia, pero si lo intentas más de dos veces sin éxito, ya es momento de cambiar de receta.
Selecciona el tipo de galletas que deseas hacer
Recuerda que hay recetas para galletas más crujientes y otras más suaves, ya que existen diferentes tipos. El resultado final debe alinearse con tu elección. Además, sigue meticulosamente los pasos de la receta. Cocinar es un poco como la química: todo es matemático, especialmente en repostería. Aunque el arte culinario permite cierta creatividad, siempre debe ir acompañada de precisión; por lo tanto, seguir la receta al pie de la letra aumentará tus posibilidades de éxito.
Utiliza ingredientes de alta calidad
Selecciona productos de buena calidad; esto no necesariamente significa que sean caros, sino que se adapten a las necesidades de la receta. ¿Puedes sustituir ingredientes? Claro que sí, siempre que cumplan con los requisitos esenciales de cada componente. Además, es útil que conozcas sus ventajas y desventajas. Por ejemplo, usar mantequilla de baja calidad podría requerir más materia líquida en la receta, alterando así las proporciones. ¿El resultado? Galletas deformes y excesivamente blandas.
Mide y/o pesa los ingredientes con precisión
Esta es una etapa crucial en cualquier receta; si utilizas las medidas exactas, disminuirás la probabilidad de cometer errores en un 60%.
Usa mantequilla a temperatura ambiente
Si utilizas mantequilla a temperatura ambiente, se integrará mejor con los ingredientes secos (azúcar, harina, cacao, etc.) y mantendrá la forma de las galletas durante la cocción. Una técnica eficaz para lograr la textura ideal en la mantequilla es cortarla y rallarla.
Utiliza huevos a temperatura ambiente
Al añadir huevos templados, garantizas que se integren homogéneamente con los otros ingredientes. Si los huevos están en la nevera, déjalos fuera al menos durante 30 minutos antes de usarlos. Otra forma de templarlos es sumergirlos en un cuenco con agua tibia durante 5 minutos. También ten en cuenta el tamaño de los huevos: si una receta pide 3 huevos, no es lo mismo usar 3 huevos XL que 3 M. La cantidad de líquido varía y, por ende, las medidas de la receta. ¿El resultado? No lograrás la consistencia deseada en la masa, y las galletas no saldrán perfectas.
Al preparar la masa para unas galletas perfectas
Bate la mantequilla correctamente
Si bates la mantequilla (o manteca vegetal) durante 10 minutos, crearás una crema suave. ¿Por qué sucede esto? Porque los cristales de azúcar ayudan a airear la mantequilla, permitiendo la formación de burbujas. ¿El resultado final? Galletas esponjosas y deliciosas, como estas galletas polvorosas.
Manipula la harina con cuidado y precisión
Asegúrate de medir o pesar la harina correctamente. Si usas tazas o cucharadas, asegúrate de que sean rasas. Evita añadir harina adicional a la receta. La única harina extra debería ser solo para espolvorear los utensilios (cortadores y rodillo) antes de usarlos.
Tamiza los ingredientes secos
Lo ideal es tamizar varias veces para que los ingredientes sean más ligeros y evitar grumos en la preparación. Al tamizar, incorporas aire a la harina, lo que ayudará a que tus galletas no queden deformes ni tengan imperfecciones, permitiendo que suban de forma uniforme. Esto es aplicable a la harina, azúcar, cacao y polvo de hornear, entre otros. Necesitamos ingredientes secos sin grumos y ligeros, y esto se logra pasando la harina o cacao a través de un colador o tamizador. Recuerda que es muy desagradable encontrar grumos de harina en una galleta, como en esta receta de galletas de mantequilla con chispas de chocolate.
Asegúrate de que la masa esté lista
Al amasar a mano, sabrás que la masa está lista cuando no se pegue en tus manos ni en la superficie de la mesa. Esto es clave. Otra señal es su apariencia y consistencia; debe ser lisa y homogénea. Si utilizas una máquina de cocina, sabrás que la masa está lista cuando se despegue de las paredes del bol y se forme una bola alrededor del aspa amasadora. Recuerda que el exceso de amasado puede perjudicar el resultado final.
No añadas harina a la masa una vez esté lista
Evita añadir más harina, ya que el resultado final serán galletas demasiado densas y duras. Intenta añadir cucharadas o tazas rasas, previamente medidas. Por ejemplo, si usas una cucharada rasa, aplana la superficie con un cuchillo para eliminar el exceso de harina.
Al formar las galletas perfectas
Enfría la masa durante 30 minutos antes de estirarla
Forma una bola, envuélvela en papel film y ponla en un bol. Esto facilitará la manipulación de la preparación al estirarla. Utiliza papel de horno al amasar. La forma más adecuada de aplanar la masa es sobre un tapete de silicona, papel de hornear o incluso directamente sobre la bandeja de horno engrasada. Además, coloca papel de hornear encima de la masa para evitar que se pegue al rodillo. Si no tienes papel, espolvorea harina sobre el utensilio. Lo importante es no mover la masa de la superficie donde se estiró, simplemente trasladar el soporte. Usa un rodillo con medidas o un convencional, con listones niveladores. Si no cuentas con uno, puedes usar una botella, pero solo como último recurso.
Vuelve a enfriar la masa antes de cortar las galletas
Una vez que hayas estirado la masa sobre el papel de horno o el tapete de silicona, colócala en una bandeja de horno sin retirar el soporte. Si no tienes ninguno de los dos, amasa el rodillo directamente sobre la bandeja engrasada. Lleva la bandeja a refrigerar durante al menos 30 minutos o por 2 horas.
Espolvorea los cortadores con harina antes de cortar las galletas
Esto te ayudará a utilizar los cortadores con facilidad, ya que la masa no se quedará pegada y se despegará fácilmente. Esto también se aplica al rodillo. Deja las galletas sobre el papel de hornear antes de cortar y después de cortarlas. Si no tienes papel o tapete de silicona, traslada las galletas a la bandeja (engrasada previamente) con una espátula. Otra opción es colocar directamente la masa sobre la bandeja de horno engrasada.
Agrega sal gruesa encima de las galletas de chocolate perfectas
Esto potenciará el sabor del cacao, resultando en un producto final exquisito, como en esta receta de galletas con chispas de chocolate. ¡Las clásicas cookies!
No manipules las galletas después de haberlas cortado
Si tocas las galletas listas, el calor de tus manos puede deformarlas. Déjalas en el tapete de silicona, el papel de hornear o pásalas a la bandeja con una espátula. Otra solución es estirarlas y cortarlas directamente sobre la bandeja de horno previamente engrasada. Si colocaste las galletas demasiado juntas en la bandeja, y usaste papel de horno, simplemente corta el papel con unas tijeras para separar cada galleta.
Precalienta el horno con anticipación
Asegúrate de ajustar la temperatura que indica la receta (considerando la intensidad de calor de tu horno), y coloca calor arriba y abajo sin ventilador. Al colocar las galletas en la bandeja, deja al menos 3 centímetros de distancia entre ellas. Esto permitirá que las galletas crezcan adecuadamente. Prefiere bandejas de color claro en lugar de negras; si usas bandejas plateadas, la cocción será más pareja. Mantén la bandeja de horno a temperatura ambiente o fría antes de hornear. Así, durante la cocción, las galletas mantendrán su forma. Coloca la bandeja en el medio del horno o en la ranura justo debajo de la central. Nunca coloques la bandeja completamente en la parte de arriba o de abajo.
Al hornear las galletas perfectas
Ten en cuenta que cada horno casero es diferente
Ningún horno casero es igual a otro, ya que su intensidad de calor puede variar, lo que afecta el tiempo de cocción de la receta que estés utilizando. Lo ideal es que conozcas bien tu horno; si no, realiza pequeñas pruebas hasta que domines su funcionamiento.
Reduce la temperatura del horno en los últimos minutos de cocción
Esto evitará que el exterior de la galleta esté demasiado crujiente mientras que el interior no se cocine adecuadamente. Retira las galletas del horno cuando aún se sientan blandas. Esto previene que se quemen, ya que a veces parecen crudas, pero en realidad ya están listas. Sabes que las galletas están en su punto por su apariencia: si son gruesas, están listas cuando al presionarlas dejan una pequeña huella en la superficie; si son delgadas, los bordes deben verse ligeramente dorados.
Espera a que las galletas se enfríen antes de retirarlas de la bandeja
No toques las galletas apenas salgan del horno, ya que se desmoronarán. Espera 5 minutos antes de transferirlas a una rejilla. Antes de almacenarlas, deben estar completamente frías; si las guardas directamente sin reposar, se pondrán blandas y se deteriorarán más rápido. Para conservar tus galletas en perfectas condiciones, elige un recipiente con tapa (como una bolsa de plástico o una lata para galletas) limpio y seco. Coloca un trozo de pan en el fondo del recipiente (o un poco de palomitas de maíz); además, puedes poner papel de hornear entre cada galleta. Asegúrate de guardar el envase en un lugar fresco y oscuro, alejándolo de fuentes de calor o humedad.
No te olvides de consultar nuestro artículo sobre ¿por qué me quedan duras o blandas las galletas? para obtener algunos consejos infalibles que complementen estas recomendaciones.
¡A cocinar!
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