Métodos para cocinar alcachofas

Cómo cocer alcachofas

¡Ah, la alcachofa! Un vegetal elegante, delicioso, nutritivo y ideal para perder peso, ¡el acompañante perfecto para ocasiones especiales y para darle un toque refrescante a las dietas aburridas!

Las alcachofas son perfectas por su textura y sabor, pero muchas personas limitan su uso porque creen que son difíciles de preparar y tienden a oscurecerse antes de llegar a la mesa. En RecetaGratis, te revelamos todos los secretos para que se mantengan casi tan frescas como cuando las compraste y las prepares sin complicaciones. Así que sigue leyendo para descubrir cómo cocer alcachofas.

Índice

  1. Beneficios y propiedades de las alcachofas
  2. Por qué se ponen negras las alcachofas
  3. Cómo elegir alcachofas frescas
  4. Cómo limpiar alcachofas
  5. Cómo pelar alcachofas
  6. Cómo cocer alcachofas sin que se pongan negras
  7. Cómo cocer alcachofas enteras
  8. Cómo cocer alcachofas en el microondas
  9. Cómo cocer alcachofas al vapor
  10. Cómo cocer alcachofas en olla a presión
  11. Cómo preparar alcachofas al horno
  12. Cómo hacer alcachofas hervidas
  13. Cómo hacer alcachofas fritas
  14. Tiempos de cocción de las alcachofas
  15. Recetas de alcachofas
  16. Alcachofas confitadas
  17. Alcachofas al ajillo
  18. Alcachofas rebozadas con jamón

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Beneficios y propiedades de las alcachofas

La alcachofa es un ingrediente esencial de la famosa «dieta mediterránea», se trata de un capricho que aporta pocas calorías y numerosos beneficios a la salud. Este “flor verde” contiene zinc, potasio, magnesio, fósforo y calcio, minerales importantes para el sistema nervioso, además de una considerable cantidad de fibra y un alto porcentaje de vitaminas B1 y A. También contiene pequeñas cantidades de vitaminas C, B3, B5 y B6.

En términos de salud, la dieta de alcachofa se considera depurativa y excelente para la pérdida de peso. Esto se debe al efecto diurético de la cinarina y al ligero efecto laxante del magnesio, que facilitan la eliminación de líquidos y grasas de nuestro cuerpo, ayudando también a la metabolización de las grasas y regulando las funciones hepáticas. La alcachofa tiene menos del 1% de grasa y poca cantidad de carbohidratos, resultando en un contenido calórico bajo (aproximadamente 22 calorías por cada 100 gramos). Sin embargo, contribuir a la pérdida de peso no es la única cualidad de la alcachofa, ya que posee varios otros atributos saludables:

  • Elimina las grasas ingeridas en ese momento, pero no las acumuladas en el cuerpo. Esto es gracias a la cinarina, que estimula la secreción de bilis y ayuda en la digestión de las grasas.
  • Reduce la glucosa en la sangre y mejora el tránsito intestinal (previene el estreñimiento), ambos beneficios derivados del alto contenido de fibra de las alcachofas.
  • Controla los niveles de colesterol en la sangre, debido a la presencia de fitoesteroles en su composición.
  • Protege el cuerpo contra enfermedades cardíacas gracias a dos flavonoides, quercitina y rutina.
  • Produce fructosa en vez de glucosa, un azúcar que se asimila sin necesidad de insulina, lo que resulta ideal para diabéticos gracias a la inulina, un carbohidrato que crea la fructosa.

¿Más beneficios de las alcachofas? Desde el punto de vista culinario, son muy versátiles y combinan con casi cualquier alimento. Además, son fáciles de preparar y…, ¡saben exquisitas! La variedad de platos en los que la alcachofa puede ser el ingrediente principal o un complemento ideal es tan extensa que nunca te aburrirás de incluirlas en tu menú: alcachofas con jamón, alcachofas rellenas con salsa española, alcachofas rebozadas con crema de maíz, costilla de ternera con alcachofas fritas, huevos rotos con chips de alcachofa, alcachofa a la marinera, entre muchas otras recetas que tienen a la alcachofa como protagonista. Este maravilloso vegetal siempre es un acierto, perfecto para servir en una cena especial o disfrutar de un delicioso plato.

Por qué se ponen negras las alcachofas

¿Por qué se oxidan las alcachofas? Estas contienen una gran cantidad de sustancias fenólicas, como otras hortalizas. Estas sustancias son protectores para nuestro organismo contra enfermedades cardiovasculares y actúan como un mecanismo de defensa en los vegetales, evitando la invasión de organismos ajenos. Al cortar una alcachofa, estas sustancias entran en contacto con el aire (oxígeno), activándose y dando lugar a compuestos llamados quinónicos, responsables de las manchas oscuras (melanoidinas) que observamos en la hortaliza.

Cómo evitar que las alcachofas se pongan negras

Para contrarrestar los efectos del oxígeno sobre las alcachofas, se utilizan dos métodos muy conocidos: el uso de cítricos y la cocción de la alcachofa entera. ¿Son realmente eficaces? La respuesta es…, ¡sí! Si te preguntas cómo evitar que las alcachofas se oscurezcan, aquí tienes la respuesta.

Ambas técnicas se centran en detener la acción del catalizador, la enzima polifenoloxidasa, causante de las manchas. La vitamina C (ácido ascórbico) que se encuentra en el limón inactiva la enzima al reaccionar con ella. Por otro lado, la cocción de las alcachofas sin pelarlas también es efectiva, ya que al no cortarlas, la enzima queda inactiva por el calor y no hay reacción. Algunos tratamientos térmicos, en rangos de temperaturas de 70 °C a 90 °C, y otros métodos que impliquen una pequeña dosis de sal, sacarosa y glucosa disueltas en agua, también son eficaces; ¡la ciencia puede ayudar en la cocina!

Consejo: Algunas sustancias fenólicas son el resveratrol del vino o las isoflavonas de la soja.

Cómo cocer alcachofas - Por qué se ponen negras las alcachofas

Cómo elegir alcachofas frescas

Antes de aprender cómo cocer alcachofas, es fundamental saber cómo identificar las de mejor calidad. A la hora de preparar cualquier comida, es vital seleccionar productos alimenticios de calidad (no necesariamente costosos) para obtener un platillo delicioso y atractivo. Esto aplica para las alcachofas, ya que si compramos este alimento en mal estado o no fresco, al cocinarlo no obtendremos un plato sabroso. Por ello, el primer paso para unas alcachofas bien cocinadas y presentables comienza en el supermercado. A continuación, te ofrecemos algunos consejos para comprar alcachofas de calidad:

Visualmente, verifica si las alcachofas están frescas siguiendo estos aspectos:

  1. Debe tener un color verde claro, un indicativo claro de su frescura.
  2. Su base debe ser gruesa y compacta, bien formada y cerrada.
  3. El tallo no debe estar ennegrecido. Si es así, significa que las alcachofas son viejas o han sido transportadas de forma inadecuada.
  4. Las hojas deben estar apretadas (gorditas) y cerradas en la punta (nunca abiertas).
  5. Evita alcachofas con hojas muy blandas y marrones (en la base) o que se abren fácilmente, ya que no están frescas.
  6. Si las puntas de las hojas tienen algunas manchas marrones, no te preocupes; esto no afecta la calidad del producto.
  7. La calidad de las alcachofas no depende del tamaño en sí, sino de la relación entre peso y tamaño. Por eso, elige los vegetales más anchos y pesados en relación a su tamaño.

También puedes certificar la frescura de las alcachofas auditivamente; presionando suavemente las hojas. Si escuchas un leve crujido, es señal de frescura.

Cómo limpiar alcachofas

Antes de cocer alcachofas, es fundamental lavarlas a fondo, ya que suelen acumular mucha tierra y suciedad, especialmente en las puntas. Por eso, aquí tienes algunos consejos sobre cómo lavar y limpiar alcachofas:

  1. Deja en remojo las alcachofas en un cuenco con agua fría (preferiblemente agua con hielo).
  2. Frótalas suavemente con los dedos mientras las enjuagas. Hazlo una por una, debajo del grifo. Trata de eliminar toda la suciedad posible.
  3. Sécalas con una toalla antiadherente y resérvalas.

Cómo pelar alcachofas

Una de las primeras inquietudes que surgen al cocinar alcachofas por primera vez es cómo pelarlas. Este paso es crucial en cualquier receta, especialmente en la de alcachofas. Una vez que cortes esta hortaliza, el tiempo cuenta, ya que comenzará a oxidarse y a adquirir un color poco atractivo. Aquí te dejo los pasos:

  • Prepara un bol con agua fría. Ten a mano un cuenco grande con suficiente agua, hielo y un buen manojo de perejil.
  • Quita las hojas más externas con los dedos. Si es difícil, puedes cortarlas con un cuchillo o unas tijeras. Lo importante es llegar a las hojas más tiernas, que tienen un color más pálido y blanco. Desecha las hojas más pequeñas y fibrosas en la parte baja, las exteriores puedes dejarlas. Procura que la base de la alcachofa sea plana para que se mantenga de pie si quieres servirlas en vertical.
  • Corta las puntas de las hojas. Sostén la alcachofa con una mano y con la otra corta 2,5 cm de las puntas de las hojas usando un cuchillo afilado o unas tijeras. Este paso es opcional, pero retirar las puntas garantiza que las alcachofas sean más fáciles de comer y no te lastimen.
  • Abre las hojas de la alcachofa. Golpea la parte superior de la alcachofa contra la superficie de trabajo para abrir las hojas. Puedes cortarlas por la mitad o dejarlas enteras, como prefieras.
  • Elimina los pelillos del corazón. Desecha la pelusa del corazón de la alcachofa, ya que es desagradable al comer. Corta la alcachofa verticalmente y saca las fibras con una cuchara pequeña, con cuidado de no dañar la hortaliza.
  • Decide si cortar o dejar el tallo. Recuerda que el tallo tiene una textura tierna y es sabroso, aunque puede tener un toque amargo.
  • Selecciona cómo presentarás tus alcachofas. Puedes dejarlas enteras, cortarlas a la mitad, en cuartos o troceadas, según tus preferencias o lo que indique la receta.
  • Sumerge las alcachofas en agua helada y perejil. Ten preparado un bol grande con abundante agua, hielo, un buen manojo de perejil y una pizca de sal.

Consejo: Usa guantes delgados para no ennegrecer tus manos ni amargar el sabor de otros alimentos.

Cómo cocer alcachofas - Cómo pelar alcachofas

Cómo cocer alcachofas sin que se pongan negras

¿Quién no ha oído hablar del problema clásico de las alcachofas? Al cortarlas, pierden su característica coloración verde y se oscurecen. Este cambio de color, tan rápido tras el corte, no es lo más apetitoso. Sin embargo, la cocina siempre tiene soluciones, incluso más de una; por eso compartimos algunos de los trucos más comunes para evitar que las alcachofas ennegrezcan.

Existen varios métodos populares que puedes probar (incluso combinarlos) para ver cuál te funciona mejor. Algunos de los más conocidos son:

Antes de cocer las alcachofas

  • Frota limón sobre la alcachofa inmediatamente después de cortarla. También puedes usar naranja (o cualquier cítrico); su sabor es más suave.
  • Sumerge las alcachofas en un bol con agua, limón y hielo tan pronto como las cortes (esto es útil tanto al cortarlas como después de cocerlas). También puedes sustituir el limón por otro cítrico, aunque puede afectar un poco el sabor de la receta.
  • Introduce las alcachofas en un cuenco con agua, hielo y un manojo de perejil (que es rico en vitamina C, un antioxidante natural), justo después de cortarlas o incluso al cocinarlas. Este método no solo detiene la oxidación por el corte, sino que también ralentiza la cocción para evitar que se cocinen de más. Este método no alterará el sabor de la preparación. Recuerda, debes trabajar rápido al cortar las alcachofas para evitar que se oxiden.
  • A medida que pelas las alcachofas, colócalas en un bol con agua fría y un chorrito de vinagre blanco. Para evitar un sabor a vinagre muy intenso, lávalas antes de cocinarlas.

Al cocer las alcachofas

  • Recorta el tallo justo antes de cocerlas (no antes), ya que esto ayuda a conservar el corazón de la alcachofa.
  • Cocina la alcachofa entera, sin cortarla. Usa suficiente agua y cocina entre 15 y 20 minutos. Como no hay cortes, la alcachofa no libera sustancias fenólicas y no se oscurecerá.
  • Agrega 2 cucharadas de harina y una pizca de sal al agua donde hervirás las alcachofas. Este método no es perfecto, ya que pueden aparecer algunas manchas, pero el sabor se mantiene inalterado. El tiempo estimado varía entre 10 y 20 minutos, o más si es necesario.
  • Mezcla 2 cucharadas de harina, una pizca de sal y un chorrito de limón en el agua donde cocinarás las alcachofas. Este fondo blanco consiste en añadir el zumo de medio limón y 2 cucharadas de harina al agua caliente, removiendo hasta disolver. Espera a que el agua hierva antes de agregar el vegetal. La única desventaja de este truco es que el uso de limón puede alterar el sabor de la receta. El tiempo estimado también oscila entre 10 y 20 minutos, e incluso más.
  • Coloca una cazuela con agua, sal (una pizca) y un manojo grande de perejil. Cuando el agua comience a hervir, añade las alcachofas peladas, asegurándote de que no floten (aplica esta precaución en todos los consejos anteriores). Si las alcachofas flotan, el aire también las oxidará. Usa un plato, rejilla o cualquier utensilio que asegure que se mantengan completamente sumergidas.
  • Pela las alcachofas e instántneamente cocínalas. Esto significa que una vez que pelas una, la cocinas. Este método sirve para freírlas o asarlas.
  • También puedes asar las alcachofas enteras. En este caso, debes retirar las hojas exteriores mientras se cocinan, para que el jugo se concentre en el interior.

Consejo: Los alimentos cítricos ayudan a prevenir el ennegrecimiento de muchos alimentos.

Cómo cocer alcachofas enteras

Una de las mejores técnicas para cocinar alcachofas es hacerlo enteras. Cocinándolas así, evitas que se oxiden, por lo que no necesitas añadirles limón (que puede alterar su sabor), tampoco se pondrán feas, no te ensuciarás las manos y, además, cortarás más fácilmente después de cocinarlas. El procedimiento es simple y no necesitas quitarles nada hasta que estén cocidas. Además, quedarán igual de sabrosas. ¡Te sorprenderá lo fácil que es! A continuación, te explicamos cómo hacerlo paso a paso:

  1. Lava muy bien las alcachofas.
  2. Deja las alcachofas enteras; no las peles ni retires las hojas externas.
  3. Colócalas en una olla con suficiente agua. Asegúrate de que el agua las cubra completamente, al menos 10 centímetros por encima del vegetal. Añade una cucharadita de sal y listo. Si deseas, puedes implementar algunos de los métodos antioxidantes durante la cocción.
  4. Espera entre 10 y 30 minutos, hasta que estén suaves. El tiempo de cocción dependerá del tamaño y grosor de la alcachofa.
  5. Verifica la cocción de las alcachofas pinchándolas en el tallo con una brocheta o cuchillo. Revisa cada 10 minutos; si aún están duras, sigue cocinando. Deben quedar al dente.
  6. Escúrrelas rápidamente utilizando un colador.
  7. Sumérgelas en agua fría. Ten un cuenco grande con abundante agua, hielo y un buen manojo de perejil listo. El agua fría detendrá la cocción y el perejil (rico en vitamina C) ayudará a mantener las alcachofas verdes. También puedes añadir una pizca de sal.
  8. Corta las alcachofas y déjalas en el bol de agua fría. Saca las alcachofas una a una, pélalas como de costumbre y vuélvelas a colocar en el cuenco (con agua, hielo y perejil). Déjalas ahí hasta usarlas en tu receta. Trabaja rápidamente para dañar o manipular lo menos posible.
  9. Escúrrelas bien. Antes de servirlas, sécalas suavemente con papel absorbente.

¿Ves qué sencillo es este truco? Así podrás lucir alcachofas verdes y frescas en tu platillo favorito.

Consejo: Cocinar previamente las alcachofas facilita su posterior pelado.

Cómo cocer alcachofas en el microondas

Sin duda, el método más rápido para solucionar imprevistos culinarios es el microondas. Aquí puedes preparar de todo, incluidas las alcachofas, así que…, ¡comencemos! Toma nota para saber cómo cocer alcachofas al microondas:

  • Prepara el aderezo para la receta. Ten a punto el aliño que utilizarás para cocinar las alcachofas.
  • Corta las alcachofas rápidamente y con cuidado. Recuerda cortar una a una y lo más rápido posible para evitar que se oxiden. En este caso, es preferible dejarlas enteras, es decir, no dividirlas, pero retirar todo lo innecesario.
  • Sumerge las alcachofas en agua fría. Coloca cada alcachofa que termines de pelar de inmediato en el bol (con agua, hielo y perejil). Reserva hasta que las vayas a introducir en el microondas.
  • Coloca los vegetales en un recipiente de microondas alto (de los que tienen tapa con salida para el vapor). Deja la apertura para el vapor abierta mientras cocinas las verduras. Si la bandeja no tiene tapa, utiliza papel film, haciendo algunos agujeros para que escape el vapor.
  • Pon las alcachofas con la base hacia abajo y las puntas hacia arriba. Esto evita que las hojas absorban todo el agua durante la cocción.
  • Adereza las alcachofas o déjalas simples para sazonar después. Añade el aliño reservado generosamente. Además, agrega un chorrito de agua (aproximadamente 4 cucharadas) en el recipiente para proporcionar humedad durante la cocción. Si decides dejarlas simples, agrega suficiente agua para cubrir 1,25 cm del fondo del recipiente. Exprímeles un limón y añade una pizca de sal al agua, removiendo hasta que se mezclen.
  • Cocina durante 5 o 6 minutos a máxima potencia. El tiempo de cocción variará dependiendo del tamaño de las alcachofas. Si son grandes, cocina de 5 a 6 minutos (en algunos microondas de 10 a 15 minutos) y si son pequeñas, de 3 a 4 minutos, todo a máxima potencia. El tiempo también depende de la calidad de la alcachofa y de la potencia del microondas. Lo más recomendable es cocinar en tandas, revisando cada 5 minutos; así sabrás si están tiernas o si necesitan más tiempo.
  • Comprueba que las alcachofas estén tiernas. Hazlo pinchándolas con una brocheta o cuchillo. Asegúrate de que están suaves; de no ser así, cocínalas un minuto más.
  • Verifica de nuevo su textura. Después del tiempo, revísalas nuevamente y observa si sus hojas están algo tostadas. Si no lo están, cocínalas por 3 a 4 minutos más.
  • Sirve al gusto.

Consejo: La potencia de cada microondas varía; primero prueba con una alcachofa hasta que agarres el truco.

Cómo cocer alcachofas al vapor

Cocinar al vapor proporciona ventajas excepcionales, como conservar la mayoría de los nutrientes, una presentación más atractiva y un sabor más auténtico.

  • Limpia y corta las alcachofas.
  • Sumerge las alcachofas en agua fría tan pronto como las cortes. Prepara un cuenco grande con agua, hielo y un buen manojo de perejil, y mezcla bien.
  • Coloca tu cesta vaporera, asegurándote de que no toque el agua. Llena una olla con agua limitada y suficiente para que la cesta quede separada del agua (sin mojar la cesta).
  • Pon los vegetales en la cesta. Coloca todos los ingredientes en la vaporera y cúbrelos.
  • Cocina durante 25 a 40 minutos (o un poco más si es necesario). Después, añade sal y hierbas aromáticas de tu gusto (como romero o tomillo) y el perejil al agua. Recuerda que el tiempo de cocción depende de la frescura, tamaño y grosor del vegetal.
  • Verifica si las alcachofas están suaves. Usa un cuchillo o palillo para comprobar si están tiernas, revisando cada 10 minutos. Si aún están duras, sigue cocinando.

Consejo: Las alcachofas pueden disfrutarse tanto calientes como frías.

Cómo cocer alcachofas en olla a presión

Cocinar alcachofas en una olla exprés es una de las formas más rápidas y sencillas de degustar este alimento. Para ello, sigue estos pasos:

  1. Limpia las alcachofas siguiendo los consejos anteriores o déjalas enteras, como prefieras.
  2. Coloca las alcachofas en la olla y cúbrelas con agua.
  3. Si tienes una rejilla, úsala para mejorar la cocción de las alcachofas.
  4. Asegura la tapa de la olla y cocina durante 10 minutos.

Cómo preparar alcachofas al horno

El hornear los alimentos resalta los sabores, preserva los nutrientes y usa menos grasa, sin duda, estas ventajas son importantes para cualquier chef. ¿Te imaginas todas las deliciosas recetas al horno que puedes crear con alcachofas? Sigue estos pasos para cocinarlas al horno, ¡es muy sencillo!

  • Lava y corta las alcachofas con el método habitual.
  • Colócalas en un recipiente con agua muy fría (con hielo), sal y perejil, justo después de pelarlas. Reserva hasta llevar al horno.
  • Escurre muy bien las alcachofas. Deja que se escurra la mayor cantidad de agua posible.
  • Ponlas en una bandeja y condiméntalas. Añade un chorrito de aceite (al gusto), las hierbas aromáticas que prefieras y una pizca de sal. Puedes sustituir estos condimentos por otros. Adicionalmente, puedes incluir un chorrito de limón para evitar que se oscurezcan, aunque esto puede cambiar un poco el sabor.
  • Hornea entre 15 y 25 minutos a 200 ºC, incluso un poco más. Espera hasta que las alcachofas estén tiernas y doradas. Usa una brocheta para asegurar que estén listas. Recuerda que el tiempo dependerá de la potencia de tu horno; si no estás seguro, te aconsejamos hacer pruebas al principio.

Aquí tienes una receta sencilla de alcachofas al horno: «Alcachofas al horno enteras con jamón».

Cómo cocer alcachofas - Cómo preparar alcachofas al horno

Cómo hacer alcachofas hervidas

Hervir las alcachofas es una de las formas más comunes de prepararlas antes de transformarlas en un maravilloso platillo. Esta técnica tiene algunos puntos en contra: en primer lugar, se pierden algunos nutrientes durante la cocción; en segundo lugar, el sabor se diluye un poco; y por último, el color se pierde un poco. Sin embargo, si utilizas el tiempo correcto, estos inconvenientes prácticamente desaparecen. Aquí compartimos contigo los pasos para hervir alcachofas de manera efectiva:

  • Lava y corta las alcachofas como sueles hacerlo.
  • Sumerge las alcachofas en agua muy fría, con perejil y sal. Coloca en un bol con agua, hielo, perejil y sal. Reserva hasta el momento de cocinarlas.
  • Prepara una olla con agua; cuando comience a hervir, agrega las alcachofas. Asegúrate de que el agua cubra por completo los vegetales. Añade hierbas aromáticas de tu preferencia y sal al gusto. Si lo deseas, aplica uno de los métodos mencionados antes para evitar que las alcachofas se oscurezcan.
  • Verifica la cocción de las alcachofas. Pasados entre 15 a 20 minutos, pincha el tallo con un palillo o cuchillo, revisa si están suaves pero firmes, de no ser así, continúa cocinando. Recuerda que el tiempo depende del tamaño, grosor, calidad, frescura y tipo de alcachofa.
  • Regresa las alcachofas al agua fría. Coloca las alcachofas de nuevo en el bol con agua y perejil y reserva hasta que estés listo para utilizarlas en la receta seleccionada.
  • Escurre las alcachofas con cuidado. Antes de prepararlas y servirlas, escurre bien las alcachofas (usando un colador grande) y sécalas con una toalla de papel absorbente.

Cómo hacer alcachofas fritas

Es difícil resistirse a los platos fritos, pero no te preocupes, porque nada es dañino si no te excedes. Así que, si te preguntas cómo freír alcachofas, aquí están todos los detalles:

  • Limpia y corta las alcachofas. Recuerda hacerlo rápidamente para evitar que se oxiden.
  • En este paso, tienes tres opciones: puedes sumergir las alcachofas en agua fría con perejil y sal. Prepara un cuenco grande (ancho y profundo) con agua, hielo, perejil y sal. Asegúrate de que el agua cubra completamente las alcachofas; de lo contrario, se oxidarán. Reserva hasta el momento de freírlas. En este caso, asegúrate de escurrir muy bien las alcachofas antes de ponerlas en la sartén y sécalas con papel absorbente cuidadosamente.
  • Hervirlas antes de freírlas. Otra opción común es hervir las alcachofas durante 15 o 20 minutos antes de freírlas. También es recomendable sumergirlas en agua con perejil (al igual que en el paso anterior) para detener la cocción, luego escurrirlas y secarlas bien. También se sugiere añadir algún antioxidante al agua (como limón, perejil o harina).
  • Pasa directamente de pelarlas a freírlas. Esta opción implica freír cada alcachofa inmediatamente después de pelarla (una a la vez).
  • Prepara una sartén antiadherente y añade un chorrito de aceite (preferiblemente de oliva). Usa fuego medio-bajo. Añade los vegetales y saltéalos durante aproximadamente 5-6 minutos, un poco más si es necesario. Sácalas justo cuando comiencen a dorarse y colócalas en papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Recuerda que si prefieres unas alcachofas más ligeras, es recomendable usar poco aceite, ya que tienden a absorberlo bastante.

No te pierdas la receta de alcachofas fritas con miel.

Cómo cocer alcachofas - Cómo hacer alcachofas fritas

Tiempos de cocción de las alcachofas

Es cierto que una buena cocción depende estrictamente del tiempo y la forma de cocción elegida, el tipo de corte, el tamaño y otros factores. Cocinar inadecuadamente las alcachofas (o cualquier otro alimento) puede arruinar una receta. Por eso, puedes tener como referencia esta guía de tiempos de cocción de alcachofas:

  • Alcachofas en trozos: de 20 a 25 minutos en agua hirviendo.
  • Alcachofas enteras: entre 15 y 25 minutos en agua hirviendo. Asegúrate de que la hortaliza esté tierna pinchándola con un cuchillo o brocheta.
  • Alcachofas al horno: de 30 minutos o más si son enteras, y 15 minutos o más si están cortadas; verifica también la textura de las alcachofas usando una brocheta.
  • Alcachofas al vapor: entre 25 y 40 minutos. Los tiempos variarán según el tipo de olla que uses. En olla exprés, 10 minutos son más que suficientes.
  • Alcachofas a la plancha: en este caso, el tiempo dependerá de si las preparas directamente después de pelarlas o si las hierves primero. En el primer método son 30 minutos y en el segundo, hasta 1 hora.

Recetas de alcachofas

Las alcachofas son muy versátiles en la cocina; puedes utilizarlas como el ingrediente principal de varios platillos, así como acompañante o simplemente para darles un giro espectacular a otras recetas. Para deleitar tu paladar, aquí tienes algunas opciones muy apetitosas y sencillas donde puedes probar parte del encanto de estas hortalizas.

A continuación, compartimos tres recetas fáciles de alcachofas, junto con los ingredientes y pasos, para que aprender a cocer alcachofas sea aún más sencillo.

1. Alcachofas confitadas

Si te agradan las recetas sorprendentes, no dejes de probar esta opción delicada, elegante y exquisita, ideal para cualquier ocasión especial. Si guardas estas alcachofas confitadas en tarros, sorprenderás a tus invitados en cualquier momento con aperitivos deliciosos como alcachofas con foie o con crema de patatas. ¡Una receta irresistible!

Ingredientes:

  • 6 alcachofas
  • 1 vaso de aceite de oliva
  • 1 pizca de sal
  • Pizca de pimienta

Preparación:

Elaborar esta sabrosa receta es muy fácil y el resultado será toda una delicia.

  1. Prepara una cazuela con abundante aceite caliente.
  2. Limpia, corta e introduce las alcachofas en la cazuela (apenas terminas de pelar una, agrégala) hasta sumergirlas.
  3. Una vez cocidas, sírvelas al momento o guárdalas en un tarro para disfrutar más tarde.

Si te ha encantado esta receta tanto como a nosotros, revisa el paso a paso aquí: alcachofas confitadas. ¡Una auténtica delicia!

Cómo cocer alcachofas - 1. Alcachofas confitadas

2. Alcachofas al ajillo

La alcachofa es una hortaliza muy saludable y versátil, permitiendo hacer una gran variedad de platillos elegantes y deliciosos. Si deseas impresionar a tus comensales sin complicaciones, esta receta es ideal: alcachofas al ajillo. ¿Cómo puedes acompañar este plato? Hay muchas opciones: carnes, arroz, patatas, productos del mar (como gambas), alubias negras, etc.

Ingredientes:

  • 1 alcachofa
  • 1 diente de ajo
  • 1 cucharadita de mantequilla
  • 1 limón
  • 1 pizca de sal
  • 1 pizca de pimienta
  • 1 chorro de aceite

Preparación:

Para esta deliciosa receta, solo tienes que lavar las alcachofas, hervirlas enteras en agua, pelarlas, cortarlas en cuartos y cocinarlas en una sartén. ¡Sencillo! Todos los detalles están explicados de manera clara en la receta de alcachofas al ajillo.

Cómo cocer alcachofas - 2. Alcachofas al ajillo

3. Alcachofas rebozadas con jamón

Este platillo es…, ¡una delicia! Todo lo que se prepara con alcachofas suele ser así. Esta receta conquista primero por su apariencia y luego por su sabor. Un plato versátil, ideal para una reunión o para convencer a los más pequeños de que coman verduras, ya que el toque crujiente del jamón serrano es irresistible para ellos.

Ingredientes:

  • 6 alcachofas
  • 2 lonchas de jamón serrano
  • 1 huevo
  • 6 cucharadas soperas de pan rallado
  • 1 pizca de sal
  • 1 limón
  • 300 mililitros de aceite de oliva

Preparación:

Esta receta de alcachofas consiste en hervir las verduras (previamente lavadas y peladas), preparar el jamón crujiente (al horno o al microondas) para hacer virutas, rebozar las alcachofas en huevo y pan rallado, y servir.

Finalmente, al montar el plato, coloca las alcachofas en una bandeja y espolvorea las virutas de jamón por encima (asegúrate de triturar el jamón crujiente justo antes de servir y evita hacerlo en polvo). ¡Disfruta de una receta exquisita y original…, con alcachofas gourmet! Si deseas los pasos detallados, consulta la receta de alcachofas rebozadas en jamón.

Ahora que ya sabes cocer alcachofas y conoces todas sus propiedades y beneficios, ¡manos a la obra para saborear este exquisito manjar! Aprovecha al máximo este ingrediente e invita a dejar tu comentario con tu receta favorita.

Cómo cocer alcachofas - 3. Alcachofas rebozadas con jamón

Si deseas leer más artículos similares a Cómo cocer alcachofas, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Trucos de cocina.

Recetas que no te puedes perder

pedro12222

12/06/2019

son deliciosas en Murcia les decimos Arcanciles 😋😋😋👌

mariterevalencia

12/06/2019

Muy buenas instrucciones.!Gracias!.

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