Todos amamos ese bello momento en que simplemente nos traen unas papas; ellas estan en muchos momentos ¿no es así? La papa no solo es versátil y puede acompañarte en miles de preparaciones y formas, sino que también suele formar parte de muchas reuniones sociales y en el cuadro de honor de los platos preferidos de las personas
PERO hay un problema. Muchos fallan en su intento de prepararlas como les gustan… si, crujientes, con sabor, perfectamente doradas… Pero no temas, eso se acaba hoy, pues te tenemos un truco que dejará atrás ese mal recuerdo de papas aguadas y sin sabor.
¿Qué debes hacer?
Bueno revisemos paso a paso qué necesitas y así nos aseguramos de no olvidar nada en el camino.
- Asegúrate de lavar bien las papas
- Sobre una tabla corta las papas en forma de bastones (Dato interesante: corta una pequeña parte de la papa para que esta pueda reposar sobre una base plana y se te haga más fácil el trabajo desde el principio)
- En un recipiente grande (lo suficientemente grande como para albergar todas tus papas), coloca una cucharada de vinagre por cada litro de agua que utilices
El agua que usarás debe ser lo suficiente como para cubrir bien tus papas
- Coloca los bastones de papa en el recipiente y deja que reposen allí por 15 minutos
- Pasado el tiempo saca las papas del agua y sécalas bien con papel secante de cocina
- Coloca dos sartenes en los fogones con abundante aceite, uno a fuego medio y otro a fuego máximo (este debe alcanzar una temperatura de 180 °C); freirás las papas en dos partes. La primera a fuego medio para obtener una cocción completa y la segunda, a fuego máximo, para obtener ese sonido crujiente acompañado de un bello color dorado.
Trucos que te Hará AMAR la Cocina
- Una vez listas lleva tus papas fritas a un bowl (preferiblemente de metal y sin esquinas) y agítalas mientras agregas sal desde una altura de aproximadamente 15-30 centímetros; esto con el fin de que la sal se esparza sobre todas las papas de una forma más pareja.