Si optar por realizar preparaciones con cerdo le estás diciendo al mundo que pretendes tener éxito, pues, es muy difícil encontrar comensales que no disfruten de su sabor.
Las costillas de cerdo no solo aportan valor nutricional significativo, sino que también suelen ser adictivas, al punto de olvidar proporciones e incluso normas de cortesía.
Muchos piensan que se trata de una preparación inaccesible y que es obligatorio recurrir a un experto para evitar errores o disgustos. Ciertamente existen muchas especialidades, sin embargo, hoy nos concentraremos en presentar una receta sencilla, que descarta con toda sinceridad cualquier rasgo ostentoso y se centra en el SABOR.
Como podrás notar en la lista siguiente, se trata de sabor, aromas y pasos sencillos de seguir, resaltando simplemente las bondades de muy buenos ingredientes.
Ingredientes
- 1 kilo de costillas de cerdo ibérico
- 300 gramos de cebolla
- 150 ml de vino dulce (tinto)
- 2 dientes de ajo
- Tomillo
- Orégano
- Pimienta negra molida
- 300 ml de caldo de carne
- Aceite de oliva
- Sal
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Preparación
Toma tu costillar, ubicado sobre una tabla de picar y córtalo por las uniones.
Coloca una cacerola en el fogón y agrega 40 ml de aceite de oliva. Una vez caliente, agrega las costillas. Deja que estas se sellen y retíralas, PERO NO RETIRES LA CACEROLA; la seguiremos empleando
Agrega a la olla la cebolla troceada en cubos pequeños y el ajo laminado. También aromatizaremos con un poco de orégano y tomillo. Mezcla hasta cristalizar la cebolla y apaga el fuego.
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El sofrito que realizaste en el paso anterior, agrégalo a una licuadora o procesadora y muélelo. Una vez listo devuélvelo a tu cacerola.
Sobre el puré que realizaste ubica nuevamente las costillas que habías reservado. Impregna bien las costillas y deja que se cuezan por 3 minutos.
Agrega el vino dulce y deja que se reduzca por unos minutos (sabrás que está listo porque obtendrá un color homogéneo).
Agrega el caldo, mezcla bien y coloca una tapa en tu olla
Deja que la preparación se estofe en sus propios jugos por 35 minutos a fuego bajo.
¡Está listo! Se trata de toda una comida y no fue para nada complicado ¿no te parece? Acompáñala de la guarnición que te apetezca y ¡ya está!
¡Disfrútalas!